Nos sucede muchas veces que hemos de realizar un jarabe y no sabemos a ciencia cierta si en unos días nos lo devolverán a la farmacia con una torta insoluble en la parte inferior. ¿Qué hacer en estos casos?.Para asegurarnos de que esto no ocurre, podemos añadir un poco de goma xantana (0,3 a 0,5%) para espesarlo, o utilizar alguno de los vehículos de suspensión como Flavor Plus y mezclarlo con el jarabe, o utilizar el vehículo oral Flavor Sweet. Con esta segunda opción acertaremos siempre, pero… ¿Cómo saber si el activo que vamos a utilizar es soluble en nuestro jarabe?
Lo mejor es acudir a la ficha técnica del proveedor de la materia prima. Por regla general indican en ella la solubilidad del activo, que puede ser:
Muy soluble (menos de 1 parte). Libremente soluble (de 1 a 10 partes). Soluble (de 10 a 30 partes). Escasamente soluble (de 30 a 100 partes). Ligeramente soluble (de 100 a 1000 partes). Muy ligeramente soluble (de 1000 a 10.000 partes). Prácticamente Insoluble (más de 10.000 partes).
Para las tres primeras indicaciones, disolver directamente el activo en el jarabe solución. Para las cuatro últimas opciones, elegiremos la forma en suspensión.
Si no encontramos esta indicación en la ficha técnica, podemos consultarlo, o buscar en la farmacopea y demás literatura especializada.
Para los aceites o activos solubles en aceites, podemos predisolverlos en PEG40 (aceite de ricino etoxilado) la mínima cantidad posible, e incorporarlo al jarabe. Los vehículos Flavor sweet y Flavor Plus, ya incorporan solubilizantes para aceites, y no es necesario mezclar el activo con el PEG40.
Recuerda: una solución es cristalina y transparente, y la suspensión presenta partículas en suspensión y puede precipitar.
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