Desde la Antigua Roma hasta nuestra época la uva siempre ha sido conocida por sus beneficios para la salud. Sin embargo, también los tiene para nuestra piel.
Y es que, el Aceite de Uva, obtenido a partir de sus pepitas, es muy rico en antioxidantes, así como en ácidos grasos esenciales oleico y linoleico. Así, esos ácidos grasos contribuyen al buen funcionamiento de nuestro organismo y por extensión, de nuestra piel.
Además, el Aceite de Uva también posee ácidos grasos insaturados, fitoesteroles y fosfolípidos, junto con Vitamina E. Componentes que permiten hacer de este aceite un gran aliado para proteger nuestra piel y repararla de los daños causados.
De hecho, esta propiedad reparadora, hace del Aceite de Uva un producto recomendado frecuentemente en el tratamiento de pieles dañadas. Ello se debe, a que refuerza la función barrera, permitiendo que la piel pueda retener el agua en las capas más internas. Una acción que hace que la piel esté más hidratada y sana.
También es esencial recordar su gran poder antioxidante, ya que, inhibe la acción de agentes externos perjudiciales como pueden ser los rayos ultravioletas. De la misma forma, el Aceite de Uva destaca por su efecto calmante sobre la piel y es muy recomendable para tratar el acné, pues elimina las impurezas, limpia la piel en profundidad y genera un efecto astringente perfecto para aquellas pieles con tendencia acnéica.
En cuanto a su aplicación, el Aceite de Uva es de fácil absorción sobre la piel, motivando así su uso cosmético como sustituto a la crema hidratante, ya que reduce las arrugas y permite que la piel obtenga un aspecto terso y saludable.
¿Queréis saber más sobre el Aceite de Uva? Pichad aquí y descubrir el que os ofrecemos en GUINAMA. Y como siempre, para cualquier duda o comentario, ¡estamos a vuestra disposición!
close