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Rinitis, que no te siga amargando la primavera

En las épocas del año más calurosas aumentan los casos de Rinitis. Un trastorno que afecta a la mucosa nasal y que el 10% de la población española padece. En muchos de estos casos no están recibiendo ningún tratamiento debido a la falta de diagnóstico.

¿Cómo reconocer los síntomas?

Las consecuencias de esta inflamación del revestimiento mucoso de la nariz son: estornudos, picor, secreción nasal, obstrucción y falta de olfato. Manifestaciones molestas que pueden hacernos pasar una mala primavera.

Dicha afección aumenta en esta época del año, debido a la presencia de alérgenos y a su mayor suspensión en el aire. Alérgenos tales como: polen, ácaros de polvo, hongos e incluso algunos alimentos y medicamentos. Además las condiciones climatológicas, son a veces un detonante clave en el desarrollo de esta enfermedad.

¿Existen tipos de rinitis?

Existen dos grandes tipos de Rinitis, según su causa: Rinitis alérgica y Rinitis no alérgica. La Rinitis alérgica, a su vez, la podemos subdividir en dos grupos: estacional o perenne. En el caso de la Rinitis no alérgica, se puede clasificar en multitud de grupos dependiendo de la causa.

  • Rinitis alérgica estacional

También conocida como fiebre del heno, se presenta estacionalmente como su nombre indica. Sobre todo, en épocas del año con una mayor presencia de alérgenos, principalmente el polen. Los meses en los que el riesgo es mayor son mayo y junio. La rinitis alérgica también contribuye a la aparición de picor en los ojos y lagrimeo, debido a la conjuntivitis alérgica.

  • Rinitis alérgica perenne

Está provocada por alérgenos que persisten durante todo el año, sin importar la estación. Como, por ejemplo: los ácaros de polvo, las esporas del moho, los animales de compañía y productos de uso laboral, entre otros.

La rinitis alérgica se diagnostica a través de las pruebas habituales de alérgenos. Si el paciente da positivo en dichas pruebas y muestra síntomas de rinitis, estaremos ante un caso de rinitis alérgica.

¿Cuál es el tratamiento?

En primer lugar, tomar medidas de control ambiental, para evitar al máximo el contacto con el alérgeno. Existen multitud de medidas, dependiendo de la alergia, como: filtros de polen, ropa hipoalergénica, productos contra ácaros, etc. En segundo lugar, consumir los medicamentos para reducir los síntomas producidos por la rinitis. Como última opción, realizar un tratamiento de inmunoterapia (vacunas contra alergia); un tratamiento que puede alterar el curso natural de la enfermedad alérgica.

  • Rinitis no alérgica

Los síntomas son semejantes a los de la Rinitis alérgica, pero en este caso, sin padecer los síntomas habituales de las alergias como la conjuntivitis alérgica. La rinitis no alérgica puede afectar a toda la población, pero suele ser más frecuente a partir de los 20 años. Las causas que la desatan pueden aparecer por diferentes factores. Puede ser causada por componentes climáticos (como: el frío, la humedad o los cambios de temperatura), ciertos olores irritantes o componentes químicos, determinadas comidas y afecciones crónicas, entre otros.

¿Cómo obtener un diagnóstico fiable?

Primero se ha de descartar que sea una rinitis alérgica y para ello el facultativo  realizá los análisis y pruebas cutáneas pertinentes que descarten esa posibilidad. Una vez superado este procedimiento se podrá  diagnosticar rinitis no alérgica.

No existe un tratamiento completamente efectivo ante esta enfermedad. No obstante, pueden reducirse los síntomas con medicamentos.

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