La dermatitis atópica (DA), también conocida como eccema atópico, es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de parches rojos, secos y con picor, que pueden convertirse en eccemas, hinchazón y fisuras.
A menudo inicia en la infancia y tiende a persistir a lo largo de los años, con brotes recurrentes que varían en intensidad.
Aunque los síntomas visibles (picazón, enrojecimiento, eccemas) son lo más evidente, la dermatitis atópica tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes.
El picor constante, la incomodidad en la piel y la inflamación pueden afectar el descanso, la autoestima y las actividades diarias.
El papel del farmacéutico en el tratamiento de la dermatitis atópica
El farmacéutico tiene un rol fundamental en el manejo de la dermatitis atópica. Además de proporcionar información sobre las opciones de tratamiento farmacológico, la formulación magistral puede marcar una diferencia significativa en la gestión de esta enfermedad.
Los tratamientos tópicos son la base del tratamiento, pero la clave está en adaptar las formulaciones a las necesidades específicas de cada paciente, teniendo en cuenta factores como:
- La edad del paciente.
- La gravedad del brote.
- Las zonas afectadas (por ejemplo, cara, cuero cabelludo, manos, etc.).
- La tolerancia a los excipientes (evitando sustancias irritantes, fragancias, etc.).
¿Qué puede ofrecer la formulación magistral?
FÓRMULAS PERSONALIZADAS CON EMOLIENTES Y CALMANTES
Los emolientes son la piedra angular del tratamiento de la dermatitis atópica. Estos productos ayudan a hidratar la piel, restaurar la barrera cutánea y reducir la inflamación.
En la formulación magistral, el farmacéutico puede ajustar las concentraciones y elegir excipientes no irritantes que sean aptos para las necesidades específicas del paciente.
Por ejemplo, el aceite de rosa mosqueta, alantoína y ceramidas y glicerina son comunes en fórmulas magistrales para la hidratación intensiva.
PREPARADOS SIN FRAGANCIAS NI EXCIPIENTES IRRITANTES
Los excipientes que contienen fragancias, alcohol o conservantes agresivos pueden agravar la irritación de la piel atópica. El farmacéutico puede seleccionar excipientes suaves como bases neutras, geles sin alcohol y emulsiones hipoalergénicas, adaptadas a la sensibilidad de cada paciente.
En Guinama, contamos con bases como la CREMA CETOMACROGOL, que es una base con propiedades emolientes y humectantes, que pueden ser beneficiosas en el tratamiento de esta enfermedad
ACOMPAÑAMIENTO EN LA ADHERENCIA Y EDUCACIÓN AL PACIENTE
Uno de los mayores retos en el tratamiento de la dermatitis atópica es la adherencia al tratamiento.
Los pacientes pueden dejar de usar las cremas o pomadas debido a la incomodidad o la falta de resultados inmediatos.
El farmacéutico puede desempeñar un papel clave en:
- Educar al paciente sobre la importancia de la aplicación constante de emolientes y cremas antiinflamatorias.
- Asegurarse de que el paciente entiende cómo y cuándo aplicar el tratamiento, especialmente en niños.
La dermatitis atópica es una enfermedad que requiere un tratamiento individualizado y un enfoque multidisciplinario.
La formulación magistral ofrece al farmacéutico la posibilidad de crear soluciones personalizadas, asegurando una mejor tolerancia y mayor eficacia en el tratamiento de la piel sensible y reactiva de los pacientes atópicos.









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